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miércoles, 18 de julio de 2012


Aprender a amarte-

Para aprender a amarte
no necesito entregar
todo el equipo de mi dotación humana.

La tendencia entreguista del amor doméstico
acaba con la posibilidad deseada
de sentirte y no tenerte.

El metysaca marca
el ritmo de los sentimientos.

Si soy,
lo soy porque mi vida me ha costado.

Pero también lo soy con otros
y, entre esos otros,
puedes estar tú...
si lo deseas.

lunes, 16 de julio de 2012


Laurinda

I

En estos días por verdad humedecidos 
por fin saldrás de tu cuerpo seducido, 
ya no brotará de tus ojos escondidos 
la tristeza punzante de tus lágrimas amargas, 
ya no correrá el amor fluido 
con la sangre roja de tus infinitas venas, 
callarás para siempre el irritante sonido 
de tus angustiosas penas.


II

Te nos fuiste mojada 
hacia otro mundo, 
borraste para siempre 
el sonido grave 
de tu llanto agudo. 


Es que tu vida terminó 
en el último extremo 
de este embudo: 
te creó el amor 
con su pasión callada 
y su erotismo mudo, 
te mató el amor 
con su ambición frustrada 
y su realismo crudo.


III

En estos días 
(erotismo mudo) 
la vida muerta 
tiene olor a humedad.


En la tierra fértil 
de la tumba que te espera 
posarás tu cuerpo, 
enlodarás tu cara, 
callarás para siempre, 
dormirás enfangada.


Mojada te fuiste 
porque mojada naciste; 
de la humedad viniste 
a la humedad volverás.


La sangre caliente 
del amor en tus venas
no fluye, 
no mana, 
no late, 
se extraña.